Accionariado Popular Ciudad de Murcia: una lección aprendida


El Ciudad de Murcia es uno de los equipos más curiosos de España. Nació en 1999 como proyecto personal de Enrique Pina, un representante de jugadores que vio la oportunidad que suponía contar con un equipo en el que podía “mostrar” a sus jugadores para posteriormente venderlos a mejor precio. Una táctica que en estos momentos se ha popularizado con la existencia de varios equipos que llegan a acuerdos con representantes para servir de escaparate de jugadores con el objetivo de su posterior venta.

Partiendo de territorial preferente, el equipo logró alcanzar la 2ª B dos años después. Y en otros dos alcanza la 2ª división y se convierte en 2003 en sociedad anónima deportiva controlada por el propio Enrique Pina. Tras cuatro temporadas en segunda división se produce un hecho insólito en la historia del fútbol español que mereció un post en Euros y Balones en agosto de 2007: El pelotazo del Ciudad de Murcia. Enrique Pina vendía el Ciudad de Murcia por 20 millones de euros a un empresario granadino que se lo llevó a tierras andaluzas y le cambió de nombre, se pasó a llamar Granada 74. Al más puro estilo de los cambios de sede de la NBA. La experiencia fue desastrosa y el Granada 74 desaparecía apenas un año después (post Rocambolesco Granada 74).

Al quedarse sin equipo, los aficionados del Ciudad de Murcia se movilizan y crean el Club Atlético Ciudad a partir de un equipo de Motril (ver post Ciudad de Murcia resucitado). Pero siguen con el esquema anterior sustituyendo a Enrique Pina por Evadasto Lafuente como benefactor del equipo cayendo en el denominado sindrome Abramovich. Y el resultado fue también el mismo, el equipo desaparició por su mala situación económica. Porque primero cuando uno es un capricho de un millonario corre el riesgo de desaparecer cuando el capricho desaparece y segunda nadie da duros a cuatro pesetas. Este efecto del síndrome Abramovich, creer que unos reyes magos van a poner dinero para que tú disfrutes de tu equipo para después darse cuenta que su equipo queda destrozado económicamente, se ha extendido en todo el mundo:  Brasil, Escocia, Holanda, Italia o las enormes pérdidas en Inglaterra. En España hay están los casos del Betis, Atlético Madrid, Real Sociedad,  Mallorca, Valencia CF, Racing de Santander o Getafe Incluso el propio Abramovich ha reconocido que se ha cansado de poner dinero en el Chelsea.

Ante su segunda desaparición, los aficionados del Ciudad de Murcia aprendieron la lección y decidieron que su equipo pasase a ser propiedad de sus aficionados creando el CAP Ciudad de Murcia (Club de Accionariado Popular) donde cada aficionado tiene una acción y un voto. De esa manera el futuro de su equipo estaría siempre en manos de los propios aficionados y de nadie más. Cada acción cuesta 500€ y se paga en plazos semestrales durante 5 años.

Este movimiento revindicativo de un fútbol propiedad de los aficionados tuvo un hito en la resistencia de los aficionados del Manchester United a la toma de control de la familia norteamericana Glazer del equipo (post Asalto al Machester United). Ante la derrota y posterior control norteamericano del equipo, algunos aficionados decidieron crear un equipo, el FC United, desde las categorías más modestas del fútbol inglés para no perder más el control. Una alternativa que también eligieron los aficionados que crearon el AFC Liverpool y el AFC Wimbledon.

No se trata de la primera iniciativa en nuestro país. En 2007 un grupo de seguidores colchoneros, desilusionados por lo que se había convertido el club de sus amores, fundaron un club que encarna lo que siempre había sido el Atleti, un club de sus socios en el que los aficionados rigen la entidad: el Atlético Club de Socios. El equipo milita en la segunda regional y tiene secciones de fútbol 7, rugby masculino y rugby femenino.

Todos tienen el objetivo de llegar a ser como los Green Bay Packers, un equipo de fútbol americano que es propiedad de miles de aficionados compitiendo en una liga donde los equipos están controlados por unos pocos propietarios. En nuestro país hay proyectos que se han materializado como el Real Unión de Irún aunque sin alcanzar la máxima categoría. Se trata de una solución mixta porque ni los clubes ni las SAD son la solución

Comentarios

  1. En Portugal ocurre exactamente lo mismo con el Estoril (que tiene un acuerdo con la empresa brasileña Traffic: que el año pasado les cedió a Lulinha, entonces promesa brasileña, además de otros 20 jugadores, vamos que todos son suyos) y hace nada el Ribeirao ha firmado otro contrato con Soccer Agents también brasileña. Por no hablar de los extraños fondos de inversión creados por el sporting, al que han cedido un tanto por ciento altísimo de la mayoría de su jugadores, o el hehco de que Benfica y FC Porto vendan a distintos fondos de inversión diversos tantos por ciento de sus fichajes a cambio de liquidez inmediata

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    1. El caso del fútbol portugués es bastante singular ya que están organizados mediante sociedades mixtas: empresas que cotizan en bolsa pero que el mayor accionista es el club de fútbol. Gracias precisamente a que cotizan podemos conocer todos esos acuerdos con fondos que en los equipos españoles se mantienen ocultos.

      En Euros y Balones dediqué un post a esa figura del fútbol de Portugal:

      http://eurosybalones.blogspot.com/2007/12/las-sociedades-mixtas-del-ftbol.html

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